La Genética y las Enfermedades Reumáticas

Nota: debido a la naturaleza técnica de este tema, debe consultar con su médico si tiene alguna duda después de leer esta información.
Muchas formas de enfermedades reumáticas, incluidas las formas de artritis, tienen una base genética. Estudios recientes han revelado que varias enfermedades autoinmunes tienen una base genética similar.
El estudio de la genética se centra en cómo se heredan las características humanas de nuestros ancestros. Los medios por los cuales estas características aparecen en los descendientes se atribuyen a los genes. Los genes, que son una pequeña parte de un cromosoma, son considerados una “unidad hereditaria” y se transmiten al azar de padres a hijos.
Hay aproximadamente 22,000 genes, todos varían de persona a persona, todos influyen en rasgos humanos como la apariencia, la personalidad y la susceptibilidad a diferentes enfermedades. Las mutaciones, los cambios en los genes que pueden ser inofensivos, levemente dañinos o muy dañinos, pueden causar enfermedades en la descendencia.
¿Qué son las enfermedades unifactoriales y multifactoriales?
Las enfermedades que son consecuencia de mutaciones o variaciones normales de los genes generalmente se clasifican como unifactoriales o multifactoriales. Las enfermedades unifactoriales se producen por la transmisión de un gen o par de genes mutados a un hijo por parte de uno o ambos padres. Por ejemplo, la anemia falciforme es una enfermedad unifactorial que se presenta si ambos padres transmiten a un hijo el mismo gen mutado. Si el hijo hereda un gen mutado (célula falciforme) de uno de los padres y un gen normal del otro padre, el hijo tendrá lo que se denomina “rasgo de células falciformes”, pero no tendrá la enfermedad. Sin embargo, en el caso de otras enfermedades unifactoriales, como el síndrome de Marfan, el hijo puede recibir el gen anormal de un solo padre y heredar la enfermedad, lo que significa que un solo gen es suficiente para transmitir la enfermedad.
Las enfermedades multifactoriales son provocadas por una complicada combinación de múltiples factores genéticos y ambientales como la edad, el sexo, infecciones o la nutrición. Se piensa que la mayoría de las enfermedades como la artrosis y la diabetes de inicio en la adultez son multifactoriales. Debido a que la predisposición a contraer estas enfermedades es provocada por distintos genes, también se las denomina enfermedades poligénicas. La mayoría de las formas de artritis son consideradas multifactoriales y poligénicas.
Cómo ayudan los estudios de mellizos
El estudio de mellizos ha sido muy útil para el análisis de las influencias genéticas y ambientales que pueden provocar enfermedades reumáticas. Los gemelos tienen exactamente los mismos genes, mientras que los mellizos comparten aproximadamente la mitad de los genes, como la mayoría de los hermanos.
Independientemente de su contexto genético, tanto los gemelos como los mellizos suelen crecer en el mismo ambiente y comparten exposiciones similares durante su niñez. Por lo tanto, una simple comparación de la frecuencia con la que una enfermedad afecta a pares de gemelos y a mellizos puede aportar información valiosa sobre cómo una enfermedad tiene la influencia de factores genéticos frente a los ambientales.
Si la enfermedad es unifactorial, ambos gemelos se verán afectados en casi todos los casos, mientras que en un porcentaje mucho menor la presentarán ambos mellizos. En las enfermedades multifactoriales, la frecuencia de gemelos que adquiere la enfermedad es de 5% a 70%, y en el caso de los mellizos, incluso menor.
La espondilitis anquilosante
Cada enfermedad reumática tiene sus propias causas, incluso un cierto grado de herencia genética. Uno de los ejemplos más claros de esta influencia genética en una enfermedad reumática es la conexión entre la espondilitis anquilosante y un gen llamado HLA-B27. La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis inflamatoria que afecta principalmente la columna y aparece en adolescentes y adultos jóvenes.
Más del 90% de los pacientes blancos con espondilitis anquilosante tiene el gen HLA-B27, en comparación con aproximadamente el 7% de la población general que tiene este gen. Esto significa que un pequeño porcentaje de la población general (aproximadamente un 5%) que tiene el gen tendrá la enfermedad.
Por otro lado, los parientes de primer grado (padres, hermanos e hijos) de pacientes con espondilitis anquilosante que tienen el gen HLA-B27 tienen un 20 % de probabilidad de padecer la enfermedad. Probablemente, esto se debe a que están expuestos a los mismos factores ambientales que el paciente y han heredado otros genes importantes además del gen HLA-B27. El ARTS 1 y el IL23R son dos genes sin sensibilidad al HLA B27 recientemente identificados de la espondilitis anquilosante.
La genética y la artritis reumatoide
La artritis reumatoide, una enfermedad multifactorial, es un tipo común de artritis inflamatoria que afecta a muchas articulaciones y la padece aproximadamente el 1% de la población mundial. En este caso, la relación genética con la artritis reumatoide se debe a un gen del sistema inmunitario llamado HLA-DR4. En pacientes con artritis reumatoide de ascendencia europea, hasta un 60% a 70% tiene el gen HLA-DR4, en comparación con el 30% de la población general.
Los estudios en mellizos muestran que entre el 12% al 15% de los gemelos, ambos padecen artritis reumatoide, en comparación con solo el 4% de los mellizos. Además, la enfermedad se presenta en el 0.8% de los padres, hermanos e hijos de pacientes con artritis reumatoide, en comparación con el 0.5% de la población general. Esto indica que los genes aumentan levemente el riesgo de artritis reumatoide y que los factores ambientales (edad, sexo, etc.) probablemente cumplan un rol más importante. Estudios recientes han indicado una relación entre el cigarrillo y el gen DR4 que aumenta el riesgo de sufrir artritis reumatoide.
La genética y el lupus
El lupus (lupus eritematoso sistémico) es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones y otros órganos del cuerpo. Un estudio demostró que el 8% de los pacientes con lupus tenía al menos un familiar de primer grado (padres, hermanos e hijos) con el mismo diagnóstico, en comparación con el 0.08% de la población general. Esto indica que el lupus es recurrente en las familias en un grado moderado.
Un estudio en gemelos y mellizos demostró que el lupus se repite en el otro hermano en el 24% de los gemelos y en el 2% de los mellizos, lo que implica que tanto los factores genéticos como los ambientales son importantes. Los investigadores han identificado múltiples alteraciones genéticas que contribuyen a aumentar levemente el riesgo de sufrir esta enfermedad. Se piensa que una combinación de estos genes provoca la aparición del lupus eritematoso sistémico.
La genética y la artrosis
La osteoarthritis (OA), o enfermedad articular degenerativa (EAD), es el tipo más común de artritis. La OA y la EAD no son enfermedades autoinmunes y, por lo tanto, es poco probable que compartan los mismos genes que la espondilitis anquilosante, la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico. En un estudio que compara a gemelos con mellizos, se determinó que un gemelo tenía una probabilidad dos veces mayor de llegar a presentar artrosis en la mano o en rodilla si el otro hermano gemelo padecía esa enfermedad. Esto indica que la genética puede jugar un papel importante en el desarrollo de la OA o la EDA.
En otro estudio en el cual se investigó el papel de la genética en la artrosis de la mano demostró que las hermanas de mujeres con esta enfermedad tenían un riesgo dos veces mayor de llegar a padecer artrosis de la mano en comparación con la población general. Este riesgo aumentaba de cinco a siete veces si el hermano enfermo padecía una enfermedad grave. Ciertas mutaciones genéticas se han relacionado únicamente con un tipo de artrosis en particular (de rodilla, de cadera o de mano), lo que implica que cada tipo de artrosis puede tener su propia base genética.
Estos hallazgos recientes sobre los genes que contribuyen a las diversas formas de artritis están brindando nuevos conocimientos sobre sus causas, lo cual podría derivar en nuevas estrategias de tratamiento en el futuro.
Genética y enfermedades autoinmunitarias
El sistema inmunitario nos protege de gérmenes dañinos, pero puede ser redirigido y atacar a distintas partes de nuestro propio cuerpo. Esta situación crea una base biológica para las enfermedades autoinmunitarias. La artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, junto con otras enfermedades tales como la esclerodermia, el síndrome de Sjogren, los trastornos de la tiroides, la esclerosis múltiple y la diabetes mellitus juvenil, pertenecen a este grupo de “enfermedades autoinmunitarias”.
Generalmente, se observan varias enfermedades autoinmunitarias diferentes en la misma familia. Por ejemplo, el 11% de los pacientes con LES tienen al menos otro pariente con una enfermedad autoinmunitaria en su familia, lo que indica que estas enfermedades pueden compartir parte de los mismos genes de susceptibilidad.
Los avances técnicos recientes han permitido examinar más a fondo la base genética de las enfermedades reumáticas. En respaldo de la noción de una base genética común, estos estudios han revelado que los mismos genes del sistema inmunitario, como el PTPN22 y el STAT4, están vinculados a diferentes enfermedades autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico, la esclerodermia y la artritis reumatoide.
Revisado en junio de 2018 por Chase S. Correia, MD, y revisado por la Comisión de Marketing y Comunicaciones del Colegio Estadounidense de Reumatología.
Esta hoja de datos para pacientes se proporciona con el único fin de brindar educación general. Para el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico y el tratamiento de afecciones médicas o de salud, consulte a un proveedor de atención médica calificado.