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El VIH y las Enfermedades Reumáticas

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La infección por el VIH y su complicación más grave, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más conocido como sida, se identificó por primera vez hace más de 30 años. Desde entonces, ha habido grandes avances en la comprensión, el tratamiento y la prevención del sida y la infección con el VIH, el virus que causa el sida. A pesar de estos avances, más de 1.1 millón de personas en los Estados Unidos conviven con la infección por el VIH, y casi 1 de cada 5 no son conscientes de la infección subyacente.

Muchas personas que padecen VIH poseen problemas en el aparato locomotor (articulaciones, músculos y huesos). La infección con VIH puede provocar enfermedades reumáticas (de las articulaciones y los músculos), entre ellas dolor articular, artritis, dolor muscular, debilidad y cansancio. En pacientes con VIH que padecen artritis, también puede haber manifestaciones extrarticulares tales como uveítis (inflamación ocular). En algunas ocasiones, estos síntomas (lo que alguien siente) se presentan antes de que la persona tenga conocimiento de que posee VIH.

¿Cuáles son las enfermedades reumáticas asociadas con el VIH?

Algunas enfermedades de las articulaciones y los músculos pueden ser consecuencia de la infección con VIH. Muchas de estas enfermedades reumáticas causan dolor e inflamación (hinchazón). Dolor en las articulaciones, en los tejidos blandos que rodean las articulaciones y en los músculos son a menudo los primeros síntomas y los más comunes, y se observan en aproximadamente un 5% de los pacientes infectados con VIH.

Otras enfermedades reumáticas menos comunes que pueden padecer las personas con VIH son:

  • Infecciones en articulaciones (artritis séptica), músculos (miositis) y huesos (osteomielitis)
  • Artropatía psoriásica
  • Artritis reactiva
  • Polimiositis (inflamación de los músculos).
  • Fibromialgia
  • Vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos)

Los pacientes con VIH también pueden tener problemas en las articulaciones, el tejido blando, los músculos y los huesos debido a los medicamentos que toman para controlar el VIH. Estos problemas puede ser: artritis gotosa, tenosinovitis, miopatía inflamatoria (enfermedad muscular), osteonecrosis, osteoporosis y lipodistrofia (distribución anormal de la grasa; generalmente, pérdida de grasa). Sin embargo, casi todos estos problemas están asociados a medicamentos que los expertos ya no recomiendan como de primera línea. Es cada vez menos frecuente ver estos tipos de efectos secundarios con los medicamentos que recomienda en la actualidad el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. También puede manifestarse el síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria después de tratamientos eficaces para el VIH. A medida que los linfocitos T CD4 empiezan a recuperarse en número y función, los pacientes infectados por el VIH pueden experimentar una reacción inflamatoria general apabullante, con fiebre y malestar general, y un empeoramiento de los sistemas orgánicos previamente afectados.

¿Qué causa las enfermedades reumáticas asociadas con el VIH?

Las enfermedades reumáticas relacionadas con el VIH afectan a hombres y mujeres, de todas las edades y de todos los grupos étnicos. Los factores de riesgo comunes para el VIH son las relaciones sexuales sin protección y el consumo de drogas por vía intravenosa (IV) con agujas compartidas. Existen algunas causas de las enfermedades reumáticas en personas con VIH. La infección con dicho virus puede ser una causa directa. Otros virus o bacterias pueden desempeñar un papel importante en el surgimiento de estos problemas reumáticos.

¿Cómo se diagnostican y tratan las enfermedades reumáticas asociadas con el VIH?

Los proveedores de atención médica sospechan que una enfermedad reumática se debe al VIH cuando un paciente con alto riesgo de infección por VIH siente dolor en las articulaciones y en los músculos o algún otro problema reumático. Los estudios de VIH pueden confirmar la presencia del virus.

El nombre del tipo de medicamentos que tratan el VIH es antirretrovírico. El uso del tratamiento antirretrovírico combinado (cART, por sus siglas en inglés) se inició a mediados de la década de 1990. A menudo, la gente llama al cART “cóctel” de medicamentos contra el VIH porque combina al menos tres fármacos contra este virus. Este tratamiento ha reducido en gran medida los síntomas del VIH, sobre todo los que afectan a los músculos y las articulaciones.

Gracias al cART, menos personas con VIH padecen enfermedades reumáticas. Y si las padecen, tienden a ser menos graves. La mayoría de las personas con VIH que experimentan molestias en los músculos y las articulaciones responden de manera positiva al tratamiento estándar. Se trata de una combinación de analgésicos y antiinflamatorios, que disminuyen la hinchazón, el dolor y la fiebre.

Las que no responden al tratamiento estándar podrían necesitar medicamentos para inhibir el sistema inmunitario. También pueden necesitar fisioterapia para aliviar los síntomas, prevenir deformidades de las articulaciones y preservar la función.

¿Cómo se pueden prevenir las enfermedades reumáticas asociadas con el VIH?

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de contraer el VIH también aumentan el riesgo de contraer enfermedades reumáticas vinculadas al VIH. Para reducir el riesgo de ambos, hay que practicar sexo seguro. Si tiene VIH, tome los medicamentos que le haya recetado su proveedor de atención médica. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan realizar pruebas de detección de VIH sistemáticas en las personas de entre 13 y 64 años de edad. Se las debe dirigir en especial a ciertos grupos, como los adultos que mantienen relaciones sexuales, las mujeres embarazadas (en especial de menos de 24 años) y los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres.

Vivir con VIH y enfermedades reumáticas

Las personas con VIH que puede pagar y tolerar el cART viven más tiempo. Sin embargo, las enfermedades reumáticas asociadas al VIH causan molestias, debilidad muscular y reducción de la función. Dos maneras de que las personas con VIH se mantengan saludables, además de tomar los medicamentos correspondientes, son llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Si siente dolor articular o debilidad muscular mientras toma medicamentos contra el VIH, reconsidere los medicamentos junto con su proveedor de atención médica. Pregunte si alguno de ellos podría estar causando los síntomas y si es posible cambiarlo por otro.

Actualizado en marzo de 2019 por Vaneet Sandhu, MD, y revisado por la Comisión de Marketing y Comunicaciones del Colegio Estadounidense de Reumatología.

La presente información se proporciona con el único fin de brindar educación general. Para el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico y el tratamiento de afecciones médicas o de salud, consulte a un proveedor de atención médica calificado.

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