El VIH y las Enfermedades Reumáticas

Las personas con infección por VIH y síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) a menudo tienen problemas en las articulaciones, los músculos y los huesos. Las personas pueden notar estos problemas antes de saber que tienen VIH. Personas de todas las edades, sexos y grupos raciales o étnicos pueden contraer VIH y enfermedades reumáticas relacionadas. Las personas que tienen relaciones sexuales sin protección o consumen drogas intravenosas con agujas compartidas tienen mayor riesgo de contraer el virus. Alrededor del 5% de los pacientes con VIH positivo tienen dolor e inflamación en las articulaciones o los tejidos blandos debido a la infección por VIH. Pueden tener enfermedades reumáticas, como artritis séptica, artritis reactiva, miositis, osteomielitis, artritis psoriásica, polimiositis, fibromialgia, vasculitis y otras.
¿Cuáles son los signos/síntomas?
Los primeros signos incluyen dolor e hinchazón en las articulaciones, artritis, dolor muscular, debilidad, fatiga y problemas extraarticulares, como inflamación ocular o uveítis. Para diagnosticar el VIH, se hace un análisis de sangre. Las causas de la enfermedad reumática podrían ser la propia infección por VIH o una infección por otro virus o bacteria que la persona contraiga. Los medicamentos contra el VIH también pueden causar problemas en las articulaciones, los tejidos blandos, los músculos o los huesos, así como gota y síndrome inflamatorio de reconstitución inmune. A medida que sus células T CD4 se recuperan, los pacientes con VIH pueden experimentar síntomas inflamatorios sistémicos abrumadores.
¿Cuáles son los tratamientos comunes?
Los medicamentos antirretrovirales se utilizan para tratar la infección por VIH. La terapia antirretroviral combinada (combination antiretroviral therapy, cART) de al menos tres medicamentos es un “cóctel” de medicamentos utilizado desde mediados de la década de 1990. Esta terapia reduce significativamente los síntomas del VIH, incluidos los problemas articulares y musculares. Gracias a la cART, menos personas con VIH padecen enfermedades reumáticas o tienen una enfermedad menos grave. La mayoría de las personas con VIH que tienen problemas articulares y musculares responden bien al tratamiento estándar. Estos incluyen analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor, la hinchazón y la fiebre. Las personas que no responden al tratamiento estándar para problemas articulares y musculares pueden necesitar medicamentos inmunosupresores. La fisioterapia también puede ayudarles a aliviar los síntomas, prevenir deformidades articulares y preservar la función.
Vivir con VIH y enfermedades reumáticas
Algunos factores que aumentan el riesgo de contraer VIH también elevan el riesgo de padecer enfermedades reumáticas relacionadas con el VIH. Para reducir el riesgo de ambos, adopte prácticas sexuales más seguras. Si tiene VIH, tome sus medicamentos según lo recetado por su proveedor de atención médica. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention) recomiendan realizar pruebas rutinarias de detección del VIH en todos los centros de salud a personas de entre 13 y 64 años. Se debería prestar especial atención a ciertos grupos, como los adultos que tienen relaciones sexuales, las mujeres embarazadas (principalmente menores de 24 años) y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Actualizado en febrero de 2025 por Olga Petryna, MD, y revisado por el Comité de Comunicaciones y Marketing (Committee on Communications and Marketing) del Colegio Estadounidense de Reumatología (American College of Rheumatology).
Esta información se brinda únicamente para educación general. Se debe consultar a un proveedor de atención médica calificado para obtener información médica profesional, diagnóstico y tratamiento de una afección médica o de salud.
