Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una infección causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Las garrapatas de venado y las garrapatas occidentales de patas negras pueden picar a los humanos y transmitir la infección. La enfermedad de Lyme es más común en el noreste y el área media del Atlántico, la zona superior de Medio Oeste, el norte de California y el noroeste del Pacífico. Las personas que pasan mucho tiempo al aire libre son más susceptibles a las picaduras de garrapatas, especialmente en los meses más cálidos. La enfermedad de Lyme puede comenzar con un sarpullido rojo en forma de anillo. Aunque es común, el sarpullido no siempre está presente en la enfermedad de Lyme. Una infección prolongada de Lyme puede provocar dolor e hinchazón en las articulaciones, lo que se conoce como “artritis de Lyme”. Si no se trata, la infección puede afectar a los nervios y el corazón.
¿Cuáles son los signos/síntomas?
Entre tres días y algunas semanas después de una picadura de garrapata, las personas pueden notar una pequeña marca roja que se ensancha hasta formar un sarpullido en forma de anillo que parece un tiro al blanco. Es posible que no duela ni pique. Si no se trata, la infección puede propagarse. Los síntomas incluyen sarpullido, fiebre, dolor en las articulaciones y los músculos, y dolores de cabeza. En algunos casos, la infección puede llegar al corazón y ralentizar el ritmo cardíaco. Si el cerebro está afectado, los síntomas incluyen dolor de cabeza, parálisis facial, problemas de memoria o concentración y cambios en la visión. Un reumatólogo puede diagnosticar la enfermedad de Lyme con dos análisis de sangre: un ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (enzyme-linked immunosorbent assay, ELISA) y una prueba Western blot. Solo las personas con síntomas de la enfermedad de Lyme deben hacerse estas pruebas, ya que es posible que se obtengan resultados falsos.
¿Cuáles son los tratamientos comunes?
La infección por la enfermedad de Lyme generalmente desaparece si se detecta y se trata a tiempo con antibióticos. La enfermedad en una etapa temprana puede tratarse con 2 o 3 semanas de antibióticos orales. Los pacientes con la enfermedad en una etapa más tardía que desarrollan artritis de Lyme pueden necesitar 4 semanas de antibióticos orales. Si la artritis persiste o los pacientes tienen el corazón o el cerebro comprometido, puede ser necesario utilizar antibióticos intravenosos. Los antibióticos son un tratamiento exitoso para la mayoría de las personas con enfermedad de Lyme. Si no se trata adecuadamente, los efectos crónicos de la infección de Lyme incluyen fatiga, falta de sueño y dolor muscular y articular. Esto se llama “síndrome posterior a la enfermedad de Lyme”. Solo las personas con infecciones activas y continuas deben recibir antibióticos adicionales para tratar el síndrome posterior a la enfermedad de Lyme. La mayoría de las personas mejoran con el tiempo.
Vivir con la enfermedad de Lyme
La mejor manera de prevenir la enfermedad de Lyme es reducir el riesgo de picaduras de garrapatas. Al hacer senderismo, manténgase en caminos despejados. Cuando esté al aire libre, use ropa de colores claros para detectar fácilmente las garrapatas, mangas largas y pantalones fruncidos en los dobladillos. Cuando camine al aire libre, use repelentes de insectos en la piel o la ropa. Revise y extraiga periódicamente las garrapatas de la piel. Para extraer una garrapata, apriete su cabeza con unas pinzas y tire de ella para sacarla de la piel. Si está infectado, descanse y disminuya la actividad hasta que los síntomas mejoren con el tratamiento. Realice un seguimiento regular con un reumatólogo para ayudar a la recuperación.
Actualizado en febrero de 2025 por Rebecca Manno, MD, MHS, y revisado por el Comité de Comunicaciones y Marketing (Committee on Communications and Marketing) del Colegio Estadounidense de Reumatología (American College of Rheumatology).
Esta información se brinda únicamente para educación general. Se debe consultar a un proveedor de atención médica calificado para obtener información médica profesional, diagnóstico y tratamiento de una afección médica o de salud.
