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Tendinitis (Bursitis) Español

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La tendinitis o bursitis abarca el hombro, el codo, la muñeca, la cadera, la rodilla y el tobillo. El dolor que provoca puede ser bastante intenso y, a menudo, aparece en forma repentina. Como también ocurre con la artritis, el dolor empeora durante el movimiento. A diferencia de la artritis, el dolor suele presentarse en partes del cuerpo alejadas de una articulación. La tendinitis a menudo es causada por el uso repetitivo (uso excesivo). Aunque el problema puede reaparecer o ser crónico (a largo plazo) en algunas personas, es más frecuente que sea a corto plazo, sobre todo si se trata a tiempo.

La bursitis es la inflamación de la bolsa. Esta pequeña bolsa actúa como amortiguador entre las estructuras en movimiento (huesos, músculos, tendones o piel). Si un músculo o tendón está tirando alrededor del ángulo un hueso, o sobre un hueso, una bolsa saludable lo protege del desgaste y del esfuerzo. Cuando una bolsa se inflama, puede ser muy doloroso, incluso durante el reposo.

¿Cuáles son las causas de la tendinitis y la bursitis?

La tendinitis puede producirse debido a una lesión intensa repentina. Sin embargo, con mayor frecuencia es el resultado de una lesión leve repetida de ese tendón. Los médicos lo denominan esfuerzo repetitivo o uso excesivo. Por ejemplo:

  • Pintar un techo durante cuatro horas o más, escribir durante largas horas, una posición corporal inadecuada durante el uso de un teclado, cortar o serruchar pueden provocar una tendinitis o bursitis días u horas después.
  • Apretar con fuerza durante el uso de herramientas o mientras se conduce mucho tiempo.
  • Usar un revés, sobre todo con una sola mano, en un juego de principios de temporada de tenis (“codo de tenista”).
  • El uso inadecuado de zapatos para correr o no recibir la preparación correcta antes de hacer deportes.

Para evitar estas lesiones por uso excesivo, siga los consejos de la Tabla de Protección de las Articulaciones.

Las personas con gota, seudogota o enfermedades sanguíneas o renales suelen presentar bursitis en el marco de esa enfermedad. Las personas mayores son más propensas a padecer tendinitis y bursitis. En raras ocasiones, algunos medicamentos pueden causar tendinitis y rotura del tendón (desgarro espontáneo). Estos consisten en los antibióticos fluoroquinolonas y las estatinas (fármacos que reducen el colesterol).

¿Cómo se diagnostica la tendinitis y la bursitis?

Para determinar la causa de estos problemas, un médico le preguntará sobre su historia clínica y realizará un examen físico cuidadoso. La sensibilidad a lo largo del tendón o vaina (cubierta externa), o en un punto específico en el tendón sugiere tendinitis. El dolor se presenta cuando el músculo al que está unido el tendón trabaja contra la resistencia como parte del examen.

Al comienzo, la mayoría de los pacientes no necesitan diagnósticos por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas (generalmente denominado IRM) o ecografías. Los diagnósticos por imágenes o análisis de sangre se realizan solo si el problema persiste o no desaparece. Un análisis de sangre también puede ayudar a detectar una infección. Los signos de infección son enrojecimiento, calor e hinchazón. Si la bursitis es provocada por la infección, el líquido debe drenarse de la bolsa de una vez y estudiarse de inmediato.

¿Cómo se tratan la tendinitis y la bursitis?

El tratamiento depende de la causa. En casos de uso excesivo o lesión, se debe reducir la fuerza o la presión que lo causa. Si la tendinitis está relacionada con el trabajo, el médico o el fisioterapeuta deben revisar la ergonomía apropiada, para que pueda trabajar con seguridad. Algunos pacientes pueden necesitar asesoramiento para la protección de las articulaciones y soporte en la región afectada. Existen pocas pruebas de que el ultrasonido terapéutico ayude en estos problemas, y la mayoría de los médicos no lo recomiendan. El tratamiento puede constar de cualquiera de estas recomendaciones:

  • Descanso. Debe descansar la extremidad o articulación lesionada, al menos durante un tiempo corto. Lo más probable es que al no descansar los síntomas continúen. Si el problema se encuentra en la cadera, la pierna o el pie, es posible que tenga que suspender las actividades de soporte de peso que causan esfuerzo por un período corto. Esto permite que la inflamación disminuya.
  • Hielo. El hielo puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Coloque hielo en el área afectada durante 10 a 15 minutos una o dos veces al día.
  • Medicamentos. Si el dolor persiste, es posible que necesite fármacos antiinflamatorios no esteroideos (generalmente conocidos como AINE), como la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno. Las formas tópicas (se aplican en la piel) de los AINE ya están disponibles y pueden reducir el dolor y la inflamación sin malestar estomacal. El paracetamol (Tylenol) también puede ayudar a aliviar el dolor. Las inyecciones de corticoesteroides pueden brindar alivio a corto plazo en ciertos tipos de tendinitis, y pueden tenerse en cuenta si no puede tomar AINE. Si hay infección, necesitará un antibiótico apropiado. (El drenaje diario de líquido con una aguja también puede ser necesario). Si se encuentran cristales de gota en el líquido articular, existen medicamentos que controlan la enfermedad.
  • Soportes. El uso de un bastón en la mano opuesta puede ayudar en pacientes con dolor de cadera. Las férulas o aparatos ortopédicos para la parte fectada del cuerpo ayudan a descansar y reducir la tensión. Los soportes disponibles para la venta al público pueden ser suficientes. En caso contrario, es posible que necesite soportes a medida y consultar a un terapeuta ocupacional. Para la tendinitis de tobillo, es posible que necesite ortesis para reducir la tensión en el tobillo o en el pie. Ortesis es un dispositivo que va dentro del zapato, lo que cambia el apoyo y el ángulo del pie. Esto mejora la mecánica del pie y alivia el dolor o la presión. Pueden realizarse a medida o comprar los que están disponibles para la venta al público.
  • Fisioterapia. Algunos problemas en los tendones no desaparecen con el tratamiento estándar. Si la tendinitis dura más de unas pocas semanas, es posible que necesite una derivación a un fisioterapeuta o un reumatólogo. El médico o terapeuta puede recomendarle ejercicios para mantener la fuerza y el funcionamiento. Si la tendinitis o bursitis ha comenzado a limitar el movimiento de la articulación, o ya restringe el movimiento, sería recomendable consultar a un fisioterapeuta. Por ejemplo, si el dolor en el hombro se ha ido, pero ya no puede levantar ese brazo tan alto como el brazo sano, significa que hay problemas, como “hombro rígido” u otros problemas del manguito de los rotadores. Puede evitar este problema con un tratamiento precoz.
  • Cirugía. Si luego de unos meses de tratamiento la tendinitis aún limita una actividad esencial, podría considerar la cirugía. Pídale a su médico que lo derive a un cirujano ortopédico con experiencia. Algunos pacientes con una infección o adherencias del tendón o la bolsa pueden necesitar una inyección de cortisona o una operación. Una complicación posiblemente grave de la tendinitis es la ruptura de un tendón. La rotura más común es el desgarro del tendón de Aquiles en la pantorrilla. En la mayoría de los casos precisa cirugía.

Prevención de la tendinitis y la bursitis

Existen maneras de evitar que se produzcan estos problemas. Estos consejos se aplican a todas las articulaciones:

  • Antes de realizar ejercicio enérgico, hay que precalentar y estirar.
  • Prepárese adecuadamente para una nueva actividad. Aumente paulatinamente la intensidad del entrenamiento.
  • Ejercite y practique deportes diariamente o casi todos los días y no solo los fines de semana.
  • Aprenda y mantenga la postura y la mecánica del cuerpo apropiadas.
  • Asegúrese de que el equipo deportivo sea del tamaño correcto, le quede bien y esté diseñado para el deporte que practica.
  • Evite permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo. Tome descansos o cambie de posición cada 20 a 40 minutos.
  • Deje de realizar cualquier actividad que cause dolor.
  • Evite comportamientos compulsivos, por ejemplo, “¡finalizaré este trabajo, aunque me cueste la vida!”

El Cuadro muestra cómo proteger ciertas articulaciones:

Hombro

  • Enfrente el objeto que intenta agarrar en lugar de agarrarlo de lado o hacia atrás.
  • Levántese de una silla empujándose con los músculos del muslo, no con los hombros o las manos.
  • Haga flexiones en la pared, no en el piso.
  • Al agarrar un objeto pesado elevado, mantenga la carga centrada en frente de usted y utilice ambas manos.

El Codo y la muneca

  • Reconozca y evite apretar la mano o sujetar herramientas u otros objetos demasiado pesados. Use herramientas eléctricas. En la cocina, utilice herramientas como abridores de frascos. Coloque algo acolchado en el volante de su automóvil.
  • Utilice los músculos del estómago para ayudar a darse vuelta al levantarse de la cama.
  • Evite llevar objetos pesados en una mano o en un solo lado de su cuerpo.

La Rodilla y el tobillo

  • Evite sentarse con una pierna cruzada.
  • Use zapatos que le brinden apoyo y comodidad, con espacio para extender por completo los dedos del pie cuando soporten su peso.
  • Busque con frecuencia signos de desgaste en los zapatos, y si es así, cámbielos.
  • Si camina o está de pie en el pavimento, amortigüe la parte inferior en el interior de sus zapatos con almohadillas o utilice calzados para caminar o correr con suelas acolchonadas.

  • Fortalezca los músculos de las piernas. No levante las piernas con pesas en los tobillos (de 5 a 20 libras) mientras permanezca sentado.

Convivir con la tendinitis o la bursitis

La tendinitis o la bursitis en el hombro puede llegar a ser un problema mayor si el hombro se vuelve rígido. Es importante hacer ejercicios de amplitud de movimiento, como estiramiento, todos los días. Esto preserva el movimiento en la articulación del hombro.

La tendinitis o la bursitis pueden ser dolorosas. Busque atención médica oportunamente para evitar la rigidez articular y los problemas crónicos que puede ocasionarle. También es importante descansar la extremidad o la articulación, por lo menos hasta que pueda moverlas sin dolor. Generalmente, no hacer reposo demora la cura completa.

Estas son algunas sugerencias para convivir con la tendinitis o la bursitis:

  • Descanse el tendón dolorido. Evite actividades pesadas o cualquier actividad que cause dolor.
  • Coloque hielo en el área afectada durante 10 a 15 minutos una o dos veces al día.
  • Busque ayuda médica inmediatamente si el dolor empeora, si aparece enrojecimiento e hinchazón o si el problema no mejora de 3 a 6 semanas.
  • Evite el uso excesivo de cualquier parte del cuerpo, como al realizar el mismo movimiento una y otra vez.
  • Haga ejercicios de calentamiento a un ritmo relajado antes de realizar una actividad más enérgica.

Revisado en marzo de 2019 por Kwas Huston, MD y revisado por la Comisión de Marketing y Comunicaciones del Colegio Estadounidense de Reumatología.

Esta hoja de datos para pacientes se proporciona con el único fin de brindar educación general. Para el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico y el tratamiento de afecciones médicas o de salud, consulte a un proveedor de atención médica calificado.

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